La visita del Logos Hope y la labor de libreros porteños estimulan la lectura


La llegada del barco/librería Logos Hope ha entusiasmado a la población del sur de Tamaulipas, y algunos libreros porteños, como la señora Lourdes Díaz de la librería “Ventilibros”, admiten que la visita de esta embarcación animará más a la gente a acercarse a la lectura “yo veo mucha expectación, en Facebook encuentro muchos jóvenes organizándose para ir en grupo a visitar el barco. Ellos aprovechan sus vacaciones y que el barco trae diversas actividades culturales”.


Porque aunque en Tampico hay pocas librerías, cada día hay más lectores, de eso está convencida Lourdes, quien desde hace más de 15 años atiende su negocio exclusivamente con ejemplares de segunda mano, reciclados, libros de viejo que se resisten a morir.

Ella comenzó con un bazar vendiendo un poco de todo, y poco a poco se fue especializando solo en libros “en mi casa todos leíamos, a veces tenía que esperar a que mi hermana terminara un libro para comenzarlo yo”. Y ese amor por los libros se impregna en todo su establecimiento, donde se encuentran clasificados por temas de leyes, medicina, álgebra, pedagogía, novelas, infantiles y mucho más.

BUSCANDO A LOS LECTORES

Lograr una clientela de lectores ha sido un trabajo de años, Lourdes asiste con sus libros a eventos en la UAT, en el Tec Madero y a donde se puede. La inquietud por promover la lectura y su negocio la hizo abrir su página de Facebook “Ventilibros Blv” con casi dos mil seguidores y donde se nota la disciplina de casi a diario publicar las novedades literarias disponibles.

Y cada 15 días asiste al rodante del Germinal, donde la conocen como “la señora de los libros”. Allí encuentra más lectores, lleva libros económicos pero de calidad para los niños, las señoras que van por su mandado y los señores que platican con ella acerca de sus gustos y hasta le recomiendan lecturas.

A su librería, ubicada en el bulevar López Mateos a media cuadra de la calle José de Escandón en Tampico, llegan clientes que pasan horas revisando, escudriñando, que miran, hojean, incluso se ponen a hablar solos, se nota que casi olfatean las páginas o las letras; mientras Lourdes discreta solo los observa pues sabe que cada quien disfruta la lectura a su manera.

A pregunta acerca de las políticas culturales para promover la lectura, afirma que se puede hacer mucho más “este último año ya no hubo feria del libro, la feria de la Casa de la Cultura tuvo poco éxito y cobraban muy caro por instalarte”. Ella considera que el paseo de la Laguna del Carpintero es lugar ideal para promover los libros, pero no ha logrado comunicarse con las autoridades encargadas.

Para ella los libros usados son muy nobles, pues los precios son accesibles y hay de todo. Los precios altos alejan a la gente. “Vienen personas a ofrecerme sus libros y yo les digo: se trata de que gane usted, gane yo y que gane el que se lo lleve”. Y quizá el que gana más es ese lector que se lo lleva por unos cuantos pesos.

Pese a lo difícil de la economía, a la inseguridad y otros factores, Lourdes es optimista y afirma que cada día hay más lectores, y eventos como la llegada del Logos Hope, aunque esporádicos, reafirman un interés grande de la gente.

Así, desde su trinchera de libros, esta ingeniero agrónomo de profesión y promotora cultural por vocación, nos dice convencida “aquí los clientes llegan y se van contentos con sus ejemplares”, con sus libros de segunda mano que se ganaron la oportunidad de volver a contar su historia.

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