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Librerías invisibles

Tres librerías invisibles en Tampico

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De pronto nos quedamos sin librerías en el centro de Tampico. Hace unos diez años que estos negocios se extinguieron, y parece que a nadie le importó. Me refiero a librerías convencionales donde uno podía encontrar clásicos, temas genéricos, best sellers, novedades, etcétera. Donde los estudiantes encontraban los libros que sus profesores les pedían. Nuestro Centro Histórico se quedó sin lugares para adquirir libros y la vida siguió su marcha.  A mí me gusta comprar libros. A veces viajo para traer libros. Los consigo por internet. Los busco donde sea. Por eso digo que francamente sí, sí hay librerías en el centro: pero de segunda mano, reciclados, usados, de viejo, de saldos, de bazar, etc. Son tres librerías invisibles, pues no se ven, nadie las ve, no existen pero ahí están. Carecen de registro alguno, son subterráneas, alternativas, a contracorriente, marginales, encantadoras.  Comenzaré por  Ventilibros, en el bulevar López Mateos casi esquina con Escandón, digamos que está

CUANDO EL BICENTENARIO NOS ALCANZÓ

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Yo soñaba con el 2023 porque Tampico cumpliría 200 años, seguro sería una fiesta enorme. En este momento vamos a la mitad del Bicentenario y me gustaría hacer un recuento rápido de lo que ha ocurrido.    La pandemia se marchó y hubo Carnaval (recorrido y concurso de comparsas en el perimetral) y Fiestas de Abril (artistas, juegos mecánicos, etc. en el recinto ferial de la laguna del Carpintero). En ambas actividades se agregó el logotipo de 200 años. El IEST Anáhuac se tomó en serio el asunto y preparó un programa cultural: conferencias, exposiciones, celebraciones con el tema del Bicentenario. La Claraboya Literaria de Villela en la cafetería La Victoria en plaza de Armas, también ha tenido un conjunto de conferencias.  De los negocios locales Degas Café realizó su calendario 2023 dedicado al Bicentenario (geniales fotos, relevante aportación) y lanzó al mercado un café conmemorativo. El tequila Chinaco también tiene su edición especial.    Un proyecto interesante fue el de 200 tampiq

Bares, cantinas y fatigas del bicentenario.

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En el 2023 la vida regresa 100% a la normalidad, no importan los cubrebocas, los estornudos, la sana distancia y convivencia, lo fundamental es la libertad de circular por todos lados. Incluso por los bares y cantinas.  En el año del bicentenario tampiqueño comenzaré por mi zona. El Guante Blanco sigue adelante con la botana de caldo y ceviche, muy agradable y cada vez más amplio. En la calle Canseco casi llegando a la laguna del Carpintero está el Saturno, donde dan caldito de jaiba y posee un genuino aire de cantina de barrio. El Polo Sur reabrió en el 2022 y es una buena opción a una cuadra del Centro de Salud. Y a media cuadra de la Cruz Roja, el Club de Hombres de Negocios no ha vuelto a abrir. A un costado de la Plaza de Armas el bar Cosmopolitan fue de los primeros que reanudaron actividades en cuanto lo dispuso la autoridad. En su interior pintaron una serie de murales con motivos portuarios y dan botana de guisos y sopas como de lentejas, muy rico. Un día me metí al Abulón Dor

Presentan disco de rock “Del pacto al veredicto”

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La banda de rock pesado Zeta presenta su nueva producción musical llamada “Del pacto al veredicto”, en formato de disco compacto. Donde muestran cinco canciones, algunas grabadas en este 2022 y otras que provienen de cintas restauradas. El bajista y cantante, Raúl “El Diablo”, informó a El Sol de Tampico que este disco hace un rescate de material grabado en 1986. Se trata de dos canciones que fueron remasterizadas, Ataque de sonido cantada en inglés y la versión de El as de espadas de la banda Motorhead.  Además grabaron la canción Instinto asesino, en versión acústica, y las nuevas composiciones Éxtasis y El veredicto. El álbum es una producción ejecutiva de Carlo F. Hernández, en una coedición con Maykos Records y American Line Prods.  El trío originario de Tampico e integrado además por el guitarrista Roy Paniagua y el baterista Gustavo Huerto, anuncia que antes de que termine el año el disco estará disponible en plataformas de streaming digitales. Y para que lo disfruten y se anime

AL RIES Y SUS 22 LEYES

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  El pasado 7 de octubre falleció Al Ries, un hecho que pasó casi inadvertido en el mundo del marketing digital. En el 2005 compré su libro “La caída de la publicidad y el auge de las relaciones públicas”, donde hacía trizas a los publicistas. Él ya era una autoridad en el tema, era el creador del concepto del POSICIONAMIENTO, donde analizaba de manera escalofriante la mente de los consumidores y cómo las marcas podríamos aprovecharnos de ello. Por si fuera poco había dictaminado cuáles eran las 22 leyes INMUTABLES del marketing (1993), un libro que por años y años fue un obligado en las escuelas de publicidad y mercadotecnia. Todo ello avalado con profundas investigaciones y con una incansable labor como CONSULTOR para las grandes marcas mundiales. Pero un maldito día le perdí la pista, llegó una nueva ola de consultores o coaches, el mundo de la publicidad cómo la conocíamos se transformó; pero sus libros seguían en mi biblioteca. Hoy me entero de su fallecimiento hace unas semanas y

¿Romperemos el mito de la escasez de lectores?

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Ya viene la Feria del Libro en la UAT Tampico.  Se llama Feria Universitaria del Libro UAT 2022, del 24 al 30 de octubre,a realizarse en el gimnasio olímpico de la universidad, campus Tampico. Y después de ver su programación, es sin duda la feria que nunca habíamos tenido en la zona y que nos hacía mucha falta.  Desde hace algunos años el concepto de las ferias del libro ha cobrado un auge inusitado, son verdaderos monstruos de la cultura mezclada con mercadotecnia y espectáculo. Así de pronto recuerdo las ferias internacionales del libro en Guadalajara, Monterrey y las del Zócalo y del Palacio de Minería en la Ciudad de México; pero seguro hay muchas más. En todas ellas se rompe el mito de la escasez de lectores, pues todas atraen multitudes, saturan aerolíneas, colapsan reservaciones en hoteles y vuelven un infierno el tráfico citadino.  Lo que destaca de nuestra FUL es que cumple con casi todo el estándar de las ferias actuales, lo principal es que vengan las editoriales. Para come

200 mil libros de Redacción sin dolor

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En 1994 me encontré con el título Redacción sin dolor. Algo había en ese dicho que llamó mi atención. Tomé el ejemplar del estante y comencé a leer, el autor decía que escribir con corrección sí es importante. Pero lo que me cautivó fue su comentario de “cualquiera puede lograr una buena ortografía si se lo propone”. Es decir: cualquiera, hasta yo.  Llevé el libro a mi casa y devoré el capítulo de los acentos. ¡Por fin! Ahora ya entendí, ya entendí todo el asunto de la acentuación. Y seguí leyendo sobre la estructura de las oraciones y de lo complejo del gerundio.  Con el tiempo encontré otros libros de Sandro Cohen. Por lo visto pretendía abarcar todo lo relacionado al lenguaje escrito: Guía esencial para aprender a redactar, Los 101 errores más comunes del español y la Guía esencial para resolver dudas de uso y estilo.  Redacción sin dolor se siguió reeditando hasta llegar al 2021, en que encontré la sexta edición. En la cubierta señalaba claramente ¡160 mil ejemplares vendidos! Algo

Platicando de blues y del Karate Kid

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Yo estaba en la secundaria cuando llegó la nueva ola del heavy metal británico con dos bandas que me cautivaron: Judas Priest y Iron Maiden. Era 1982 y en Tampico circulaba mucho la revista Conecte que incluía poster gigante, y donde los colaboradores usaban un lenguaje de la onda. En esa revista reiteraban que las tocadas de rock de bandas internacionales estaban prohibidas, y las de bandas mexicanas estaban por lo menos proscritas.  Por eso me llamó la atención cuando anunciaban el festival de blues en el auditorio Nacional, con músicos gabachos, pero musicotes como Muddy Waters o Willie Dixon. Allí supe un poco de blues aunque no lo escuchaba todavía bien. Seguramente entre los discos de mis hermanos y familiares se colaban los acetatos de John Mayall, los primeros Rolling Stones u otros con fuerte estirpe blusera.  Pero en 1983 escuché en vivo una guitarra de blues en el Tec Madero, era Sergio Mancera con el Three Souls in My Mind, no era rock, menos heavy metal: era puro blues, y